martes, 9 de noviembre de 2010

Cuento II

Giorgino es un chico italiano que viaja por varios países del mundo porque los negocios de su madre le hacen cambiar continuamente de hogar donde vivir, colegio, amigos....
Tan sólo se queda un trimestre en cada ciudad y el pasado vino a nuestro instituto, en Nueva York.


Pasado un mes, la profesora de literatura les mandó una redacción sobre las migraciones. Ella tan sólo lo hizo para conocer más al nuevo alumno, ya que le habían recibido hace poco y querían oír sus anécdotas de cada lugar...

Al día siguiente varios de los alumnos de la clase leyeron sus redacciones y ofendieron notablemente a Giorgino puesto que se dirigían de tal forma a los inmigrantes que le resultaba inaguantable continuar en clase, pero en vez de levantarse pensó en mostrarles su punto de vista e intentar cambiarles la forma de ver a los migrantes.


Giorgino dejó a un lado sus aventuras por el mundo y expuso los sentimientos que las diferentes culturas le hacían sentir. En algunos sitios fue mal recibido y se derrumbaba cada vez que debía ir a clase, le daba miedo pensar que no le iban a aceptar nunca por simplemente ser de una cultura distinta. Él había comprobado que existían diferencias entre unas y otras pero al fin y al cabo todos eran personas, y la discriminación hacia cualquiera de ellas le resultaba denigrante. Esas ideas sólo podía provenir de una persona sin sentido común, la cual debía pararse a pensar en el día que él fuera el extraño en otro lugar.


Y por suerte, su exposición cambio la mayoría de las formas de pensar en mi instituto, ahora todos le echamos de menos.

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